De nuevo vengo sin una reseña, aunque ya estoy preparando otras.
Esta vez vengo a mostrar mi indignación con la literatura erótica que tan de moda está.
A raíz de mi última lectura (podéis ver la reseña en la entrada anterior a esta), he estado dándole vueltas a un mismo tema, que yo he denominado como "Boom Porno Literario". Y es que, después del fenómeno 50 Sombras, no se puede entrar en una librería sin encontrarte de frente con libros de contenido erótico.
Yo no digo que no haya algo de pasión en las tramas novelísticas, de hecho siempre viene bien para darle interés al lector. Pero una cosa son casos puntuales y otra, muy distinta, es que en cada página del libro en cuestión haya un desbordamiento de sexo. ¿Dónde quedó la insinuación que daba paso a la imaginación?
En cualquier caso, ya que relatan ese tipo de actos, ¿no podrían hacerlo con una forma más decorosa? De verdad, que hay veces que parece que esté leyendo un relato porno en lugar de algo erótico.
Desde mi punto de vista, hay una gran diferencia entre lo que se considera erótico y el porno, especialmente a la hora de escribir.
Por una parte, el erotismo consiste más en seducir, sensualidad, delicadeza y, sobretodo, un lenguaje cuidado.
Por otro lado, eso que yo llamo porno, es... Bueno, todos sabemos lo que es el porno, con todo ese lenguaje soez. Seamos sinceros, se puede ser pasional sin necesidad de usar palabras que, por lo general, usamos como insulto, ¿no?
Reconozco que he leído varios libros con esta temática, pero los únicos que de verdad me han gustado han sido los que pertenecen a la trilogía de Gabriel de Syvain Reinard. ¡Hacía tiempo que no encontraba una historia de amor apasionada tan bonita! Está plagada de EROTISMO, no como la trilogía Stark o la serie del Sr. Diamonds.
Todo esto me lleva a preguntar: ¿Dónde quedaron los otros géneros?
Vale que J. K Rowling dejó el listón muy alto, al igual que George R. R Martin (autor de la saga Canción de Hielo y Fuego, conocida como saga de Juego de Tronos, la cual me estoy leyendo ahora mismo), o Edgar Alan Poe... ¿Pero alguien ha intentado ponerse a su altura?
Como escritora amateur sé que crear un universo a parte es muy complejo, pero nunca está de más crear nuevas historias en este, ¿no?
Todo poderosas editoriales, ¡dejen de vender porno! Che, que lo poco gusta, pero lo mucho cansa.
Sherezade Ortiz-Villajos
Estoy muy de acuerdo contigo. A mí me gusta la literatura romántica clásica (por llamarlo de algún modo) en el que todo son insinuaciones y, cuando lleva a cabo el acto, no se relata de forma vulgar, sino todo lo contrario. Es gracias a esas novelas que actualmente mi forma de narrar ese tipo de escenas es así, aunque sé que tengo mucho que mejorar.
ResponderEliminarVeo que no me equivoqué al querer comenzar la trilogía de Gabriel... *-* Aunque tendré que continuar el primer libro cuando termine de leer el que tengo ahora entre manos.
¡Saludos!